Fue el 21 de junio del presente año cuando el líder del cartel “Gente Nueva” asesinó a dos sacerdotes jesuitas y a un guía turístico en el poblado de Cerocahui, ubicado en la Sierra Tarahumara. Ya han pasado tres meses y el presunto culpable, conocido como “El Chueco”, sigue sin ser capturado por las autoridades.
El pasado 19 de septiembre, las autoridades comunicaron que tenían capturados a 20 supuestos integrantes del cártel liderado por “El Chueco”, pero esto no es suficiente para los pobladores de la Sierra Tarahumara, necesitan saber que el líder de esos delincuentes está tras las rejas para poder dormir tranquilos.
En los últimos días se ha esparcido el rumor de que Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”, regresó a Cerocahui y los pobladores de esta zona andan con miedo. No se sienten seguros ni en el resguardo de sus casas. Piden a las autoridades que hagan algo para ayudarlos, para que puedan vivir con un poco de paz. Esto comentó el padre Jorge Atilano González, asistente de la organización Obras Sociales de la Compañía de Jésus.
Incluso los pobladores de Cerocahui y Bahuichivo aseguran haber visto a Noriel en las fiestas patrias del 15 de septiembre. Demostrando con esto la ineptitud o la falta de interés que tienen las autoridades correspondientes en relación a la captura de este delincuente.
La única medida de protección que implementó la Fiscalía General del Estado, hasta el día de hoy, fue colocar una red satelital en Cerocahui para los religiosos que habitan la comunidad y les entregó un teléfono para mantener comunicación directa con ellos.